'Selbstportrait', Berlin, 1931 (© Eva Besnyö/MAI Amsterdam)
La fotógrafa húngara, vecina de Capa en Budapest, fue la primera que le enseñó a hacer fotos cuando ambos eran adolescentes.
Fue una mujer combativa que escapó de los nazis y militó en grupos feministas.
La brillante obra de Besnyö se expone en Berlín.
Ella era tres años más pequeña que él, pero hacían buenas migas por las calles del Budapest pobre y deprimido económicamente de finales de la década de los años veinte. Las familias de ambos eran judías y atravesaban problemas financieros.
La chica se llamaba Eva Marianna Besnyö (1910-2003) y no se separaba nunca de su cámara Kodak Brownie. El nombre del muchacho, que cada día se interesaba más por la afición de su amiga, era Endre Ernö Friedmann. Por entonces le llamaban por el sobrenombre Bandi, pero el mundo le conocería pronto como Robert Capa (1913-1954), uno de los padres del fotoperiodismo contemporáneo.
Primer contacto con la cámara
Es terreno de la hipótesis dirimir si Capa se dedicó a la fotografía por la fascinación que despertaba en él la afición de Besnyö, pero está probado que su primer contacto con una cámara llegó de la mano de su amiga húngara.
Besnyö cultivó durante toda su vida aquella pasión infantil. Por desgracia, su obra nunca alcanzó el reconocimiento universal que logró la de Capa, verdadera luminaria del reportaje bélico del siglo XX.
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