Hace mucho tiempo que el cómic alcanzó, como arte e industria, su madurez. Una prueba de ello es su capacidad para generar obras capaces de combinar complejidad y entretenimiento, tan apasionantes como desafiantes. Entre las últimas que han llegado a España, hay dos que cabe destacar por su altísima calidad: el primer volumen de la -genial- Fénix de Osaumu Tezuka y la -muy ambiciosa- novela gráfica de Brian Wood, Local.
![]() |
Brian Wood |
Aunque en Occidente no sea aún lo bastante conocido y reivindicado, Osamu Tezuka, “el dios del manga” fue uno de los artistas más influyentes del siglo XX. Curiosamente, lo que encauzó su carrera hacia el guión y el dibujo fue el tremendo impacto que le causaron, en su juventud, en el ruinoso Japón de la postguerra, las primeras películas de Walt Disney. Serían sus obras las que transformaron lo que no eran más que pequeñas tiras de prensa en lo que, en la actualidad, una de las manifestaciones del noveno arte más boyantes y universales, capaz de competir y desplazar al todopoderoso cómic norteamericano o a los refinados dibujantes europeos. Se puede afirmar que tanto el manga, como la animación japonesa contemporáneas, dos de los signos culturales más conocidos del viejo imperio del sol naciente, existen gracias al genio de Tezuka, lo que da una idea de su relevancia (hasta el punto que fue, en su momento, junto a Will Eisner, otro pionero con el que tiene tanto en común, uno de los pocos guionistas y dibujantes de cómics propuestos con seriedad al Premio Nobel de literatura). Aunque los cómics de Tezuka abarcan casi todos los géneros imaginables, uno de sus rasgos distintitos es un profundo humanismo, incluso en sus historias más oscuras y demoledoras, como MW -una muy sombría novela gráfica que explora la capacidad de corrupción del ser humano y se muestra muy crítica acerca del rumbo tomado por Japón- así como una infinita capacidad de innovación visual.
![]() |
Osamu Tezuka |
Probablemente, las tres obras maestras de Tezuka sean Adolf, una historia tan épica como intimista que recorre los mayores desastres del siglo XX desde los años previos a la II Guerra Mundial a la década de los ochenta, a través de las peripecias de tres personajes llamados “Adolf”: un judío alemán, un mestizo japonés y el propio Adolf Hitler; Buda, una extensa y documentadísima reconstrucción de la vida del fundador del budismo; y por último, la más extensa de todas, Fénix. El argumento de Fénix es casi imposible de describir, puesto que abarca miles de páginas y un arco temporal que va desde los albores de la humanidad, cuando los dioses se confundían con los hombres, hasta un futuro aún lejano de pura ciencia-ficción. En ella nos presenta a varios personajes cuyas relaciones, cambiantes, de amor/odio/deseo/ambición se prolongan a lo largo de varias reencarnaciones sucesivas, bajo la presencia simbólica y omnipresente del fénix, el pájaro de fuego que renace una y otra vez; y constituye, en resumen, el compendio final de la obra de Tezuka y una cita inexcusable para cualquier aficionado al cómic.
Brian Wood es, por su parte, lo que se suele llamar un guionista todo terreno. Procedente del campo del diseño y los video juegos, su primera obra independiente, la muy ácrata Channel Zero llamó la atención lo suficiente para que le empezaran a llegar encargos de las todopoderosas DC –para las que ha escrito un par de espectaculares títulos para su línea Vértigo DMZ en la que narra una imaginaria segunda Guerra Civil norteamericana, y Northlanders, una épica visión de la época vikinga- y Marvel –donde ha trabajado en distintas series de los X-Men-. Por si eso fuera poco, actualmente es el guionista oficial de las líneas de cómics de dos legendarias franquicias, como son Star Wars y Conan. Pero lo que le ha hecho ganar un merecido prestigio, y un buen montón de premios, han sido cómics de temática más intimista, donde ha mostrado una especial sensibilidad hacia los personajes jóvenes y adolescentes.
![]() |
Local by Brian Wood |
Historias en las que se enfrentan a algún tipo de encrucijada vital de la que no siempre saldrán indemnes. Jóvenes, en ocasiones casi niños, frustrados, llenos de resentimiento o culpa, que crecen en una sociedad adormilada y desestructurada que no les ofrece demasiadas salidas. Local está compuesto de 12 historias autoconclusivas ambientadas en otras tantas ciudad norteamericanas, enlazadas por el espectacular dibujo en blanco y negro de Ryan Kelly, un colaborador habitual de Wood, y por un personaje, Megan... una chica que en algunos de los capítulos de Local es la protagonista, en otros un personaje secundario o un mero testigo. Megan al inicio es un pequeño enigma, un personaje que parece haber emprendido una fuga infinita e inexplicable a través del paisaje urbano norteamericano, pero poco a poco, a través de sus bandazos vitales, sus debilidades y su progresiva seguridad en si misma y madurez, la iremos comprendiendo (e, incluso, admirando). Con ecos de la mejor literatura norteamericana –de Mark Twain a Ernest Hemingway y Jack Kerouac-, mezcla de novela de iniciación y road movie existencialista, es -más allá de toda duda- uno de los mejores cómics publicados en español de los últimos años.
Adolf by Osamu Tezuka |
Comentarios
Publicar un comentario