40 fotos en 40 años Por Susan Minot. New York Times Magazine. 3 octubre de 2014

2014, Wellfleet, Mass

1975, New Canaan, Conn


“Nicholas Nixon estaba de visita en casa de la familia de su esposa cuando se le ocurrió preguntarle a ella, junto a sus tres hermanas, si podía tomarles una foto. Era el verano de 1975 y una fotografía en blanco y negro de cuatro mujeres jóvenes –de pie, pálidas y luminosas, con los codos casualmente refinados, de pantalones cortos y de verano sobre un fondoaterciopelado de árboles y césped - fue el resultado. Un año más tarde, en la graduación de una de ellas, mientras Nixonpreparaba otra foto de todas juntas, les sugirió que se alinearan en el mismo orden. Después de ver la imagen, les preguntó si podrían hacer lo mismo todos los años: así comenzó un proyecto que ha durado casi toda su carrera. La serie, expuesta en todo el mundo durante las últimas cuatro décadas, se podrá ver en Noviembre el Museo de Arte Moderno de New York, en ocasión de la publicación del libro "Las hermanas Brown: Cuarenta Años".

¿Quiénes son estas hermanas? Eso nunca se nos ha dicho, aunque sabemos sus nombres: de izquierda a derecha, Heather,Mimi, Bebe y Laurie; Bebe, la mirada penetrante, es la esposa de Nixon. Sin embargo, el impulso humano nos lleva a buscarpistas para llegar pronto a nuestro escrutinio antropológico - ¿Irlandesas?. Yankis, muy probablemente, con esa actitudindudablemente sin glamour, pero que pica nuestra curiosidad con lo imperturbable de la mirada. Las cuatro hermanas casi siempre miran directamente a la cámara, como si fueran a hacer contacto, aunque sus miradas siempre permanezcanresguardadas.

Cada vez que se fotografía a una mujer el tema de su vanidad surge inevitablemente, pero Nixon contrarrestó esto eligiendo para fotografiar una luz natural, y haciéndolo de manera informal, sin ninguna pretensiosa preparación. Las hermanas nunca han pensado lo que van a vestir para cada foto. Bebe Nixon dice simplemente: "Sólo vestíamos para cada foto lo que ese día sentíamos que nos queríamos poner".

A lo largo de esta serie, vemos la edad de estas mujeres sometida a la experiencia más humillante de la vida. Mientras quemuchos de nosotros podemos nombrar agradecidos -si se nos insiste, las cosas que el tiempo nos ha dejado, seguro que lasarrugas que se cierran sobre nuestra boca y la flacidez de la piel, no se encontrarían entre ellas. Así, mientras que una parte del espíritu se hunde en la lenta aparición de la papada en estas mujeres, otra parte de ellas se eleva: no se desvanece por él. Detectamos tal vez más pena en sus ojos, o más peso en esas cejas que alguna vez fueron frescas. Pero cuanto másanalizamos las imágenes, más nos damos cuenta de que no es el envejecimiento lo que define a estas mujeres: a pesar de que las imágenes nos dicen en términos muy claros, que esto es envejecer, también nos dejan una verdad irrefutable: así es como luce la entereza.

Es la entereza de la hermandad, particularmente. Con cada año que pasa, las hermanas parecen mostrarse cada vez más y más como un solo frente. Los rasgos de su individualidad en las primeras fotos - brazos cruzados sobre el pecho, la distancia entre ellas al posar - dan paso a una inclinación literal de la una hacia la otra, como si la independencia ya no fuera unapreocupación. Comprendemos lo que sucede entre ellas al ver  sus cuerpos, en particular sus extremidades: una mano sujeta una cintura, los brazos se entrelazan entre brazos o cuelgan en una solidaridad casual sobre un hombro. La palma de una mano soporta el cuello de la otra, reposadamente. El efecto acumulativo es vertiginoso y potente. Cuando la muestra de 36fotos fue exhibida en una galería en Granada, España, los espectadores lloraron abiertamente al verlas.

Esta profundidad de la relación entre las hermanas se extiende hasta la relación con Nixon, el fotógrafo. Todas las hermanas han tenido siempre la oportunidad de elegir, cada vez, cuál de las varias fotos tomadas las representaría cada año. Pero enlos últimos 10 años el proceso se ha vuelto mucho más colaborativo. Una vez en la que todas las hermanas escogieron por unanimidad la foto de ese año, la elección no coincidió con la de Nixon y él se inclinó a los deseos de ellas. "Tengo que ser justo aquí", dijo él. Así también, cuando su propia sombra aparece por primera vez cayendo sobre los rostros de ellas en el recuadro de su cámara 8x10 – fotos del  '81, '83 y '84 –, uno puede sentirlo tratando de abrirse espacio entre ellas, de integrarse, de ser él mismo parte del grupo. En los últimos años, el vínculo de colaboración entre él y sus sujetas se hace evidente. Los ojos de las mujeres parecen ahora percibir al fotógrafo con un brillo de confianza y afecto fraternal. "Nos hemos acercado", reconoce Nixon.

Cuando llegamos a las últimas fotos, sentimos lo inevitable del final. Como dice Nixon, "Nadie estará aquí para siempre." Lo que esto implica se asoma en el oscurecimiento de la paleta y en las figuras dibujándose muy juntas, acurrucadas, …como si hubiera que mantenerse a flote.

Ver una persona cambiar con el tiempo nos puede hacer caer en la trampa de creer, que compartimos su intimidad y, sin embargo, sabemos que estas poses y expresiones no son el reflejo final de las hermanas Brown. Las hermanas nos han permitido  observarlas, pero no nos han permitido entrar. Este veto se muestra particularmente en las primeras imágenes: la frente baja, cautelosa, la línea de la boca firmemente cerrada o a veces la pose o el ángulo de las quijadas que les sale de mala gana. Esto, después de todo, no sorprende, en una época en la que todo el mundo, además de fotógrafo, quiere supropio tema. A esto Nixon le arrancó una paradoja: la de la creación de fotos en las que la privacidad es también el tema. La privacidad de las hermanas ha prevalecido como algo de  suma importancia para el artista, y eso lo denota su trabajo. Añotras año, hasta el último disparo impresionante, en las que se miran llenas de ese estado de ánimo sombrío y triunfal, las hermanas nos dicen con sus rostros y posturas: sí, les hemos dado nuestra imagen, pero nada más”.

El trabajo de Nicholas Nixon, entre otros, forma parte de la colección de fotos del Museo Metropolitano de New York.

Susan Minot es una escritora norteamericana, novelista y autora de historias cortas.



Fuente: http://www.nytimes.com/interactive/2014/10/03/magazine/01-brown-sisters-forty-years.html?action=click&pgtype=Homepage&version=Moth-Visible&module=inside-nyt-region&region=inside-nyt-region&WT.nav=inside-nyt-region&_r=1

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